A principios de año surgen nuevos propósitos, los llamados "propósitos de año nuevo": Metas o intenciones que establecemos para mejorar aspectos de nuestras vidas en el año que comienza. Este año en mi caso uno de estos propósitos es retomar la escritura de este blog y tomar mayor consciencia de factores que mejoren mi salud y desarrollo personal, en este caso sobre un aspecto al que no le damos tanta importancia como se merece pero que nos empieza a afectar a muchas personas, y es la falta de conexión con la naturaleza, que genera un déficit en nuestras vidas. Por lo que compartir maneras de combatir la falta de conexión con la naturaleza me ha parecido una excelente idea.
Comenzamos desgranando el concepto, puesto que ya existe un término para referirnos a este factos, es el término "déficit de naturaleza", que se utiliza para describir la disminución de la conexión de las personas con la naturaleza en su vida cotidiana. Se refiere a la idea de que, actualmente, en la sociedad moderna, muchas personas pasan o pasamos cada vez menos tiempo al aire libre, en contacto directo con entornos naturales. Este concepto sugiere que la falta de contacto regular con la naturaleza puede tener efectos negativos en la salud física y mental.