Llegué al valle del Jerte unos días antes de la famosa floración de sus cerezos, lo que me permitió ver el valle tranquilamente. Contemplando unas vistas, que si bien no estaban floridas, tampoco lo estaban atestadas de gente.
La vista de los cerezos sin flores tampoco desmerece, es un valle muy llamativo. Con un paisaje por un lado cercano, pero a la vez algo exótico. Algo a lo que la climatología también acompañaba el día de mi visita, con un cielo tan azul que las vistas del valle eran espectaculares
Mucha gente va de turismo a este valle para contemplar los cerezos en flor. Viajar para llegar justo en esos días supone coger viajes muy pillados de tiempo para llegar y no perderse el espectáculo. El ayuntamiento de Jerte marca aproximadamente los días en los que los visitantes se pueden encontrar los valles florecidos, pero no siempre acierta. Ya que la floración depende de muchos factores, como el frío que haga ese año, las lluvias, días adelantados de sol... Y es por eso que la mayoría de gente espera a última hora para reservar.
Hay otra gente que a lo mejor a decidido reservar alojamientos o ha pedido días libres en el trabajo en los días que es supuestamente la floración y no tiene la suerte de llegar justo cuando los cerezos están en flor. Esto, lejos de ser un problema es una oportunidad para descubrir también el valle en otro estado. Ya que además de las flores el valle tiene muchos más atractivos.
En mi caso ni lo uno ni lo otro, aproveche unos días libres para hacer rutas por las montañas de alrededor y de pasó tocó visitar el Jerte, que aún no lo conocía. Aún sin flores no me decepcionó y me he alegrado también de que no estuviera atestado de gente deseosa de ver la floración. Por que a pesar de ser una alegría ver que a más gente de lo que parece le gusta la naturaleza, ir a visitar un espacio natural y encontrarlo lleno de gente por todos lados le resta también ese toque de naturaleza. Es difícil de explicar, lo mismo me enrollo más en otro post sobre ello.
Hay otra gente que a lo mejor a decidido reservar alojamientos o ha pedido días libres en el trabajo en los días que es supuestamente la floración y no tiene la suerte de llegar justo cuando los cerezos están en flor. Esto, lejos de ser un problema es una oportunidad para descubrir también el valle en otro estado. Ya que además de las flores el valle tiene muchos más atractivos.
En mi caso ni lo uno ni lo otro, aproveche unos días libres para hacer rutas por las montañas de alrededor y de pasó tocó visitar el Jerte, que aún no lo conocía. Aún sin flores no me decepcionó y me he alegrado también de que no estuviera atestado de gente deseosa de ver la floración. Por que a pesar de ser una alegría ver que a más gente de lo que parece le gusta la naturaleza, ir a visitar un espacio natural y encontrarlo lleno de gente por todos lados le resta también ese toque de naturaleza. Es difícil de explicar, lo mismo me enrollo más en otro post sobre ello.
Los cerezos crecen en las terrazas se han ido creando a lo largo de los siglos y que ahora son uno de los principales llamativos de este valle. Fueron creadas por los agricultores locales para ir construyendo un sistema cómodo de recolección en las laderas del valle. ¿Quién sería el primero en montarse una terraza?
La variedad de cerezas que se cultivan en el valle del Jerte se denominan picotas. Una cereza que se supone autóctona de la zona y que ya poblaba estas zonas seguramente antes de la llegada de los primeros pobladores de la zona. La verdad esque cuando estaba allí me dediqué más a pasear y a contemplar el paisaje que ni siquiera pasé por la oficina de turismo para saber un poco de cómo se creó el valle. Pero gracias a ir por ahí mirando todo pude encontrar algunas flores ya casi listas para salir.
Después de visitar el valle, si nos pasamos por el pueblo de Jerte encontraremos un montón de productos típicos de la región. No solo cerezas del Jerte, sino que depende de la época habrá confituras o mermeladas, espárragos, licores de cereza, pimentón de la Vera o los caramelos Hurdanitos. Justo cuando yo he estado, cómo los cerezos estaban todavía preparando sus flores no había aún cerezas, aunque por ejemplo en esta época se pueden comprar pequeños cerezos del Jerte para llevar el Jerte a casa. Los árboles no son muy grandes, medirán como 40-50 cm, por lo que se pueden transportar sin mucho problema. Y luego se nos harán unos árboles así de grandes.
La verdad esque es un valle, el del Jerte, que me ha encantado, por lo que espero volver en otra época para contemplar las diferentes estaciones: valle del Jerte sin hojas, valle del Jerte con flores, valle del Jerte lleno de cerezas, valle del Jerte verde; o una que debe ser también muy llamativa, la del valle del Jerte nevado. No se si algún día seré capaz, pero...
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