Y de nuevo por Móstoles. Justo pegados al parque de Liana me encontré con un conjunto de huertos urbanos, de titularidad municipal para disfrute de los mostoleños. Son 19 huertos, denominados huertos de ocio, que están destinados a personas mayores.
Estos huertos están gestionados por el centro ambiental del parque de Liana. Los requisitos mínimos para ser hortelano en estos huertos son: tener 65 años, residir en Móstoles y estar jubilado. Y luego cada vecino puede cultivar su trocito de huerto durante 2 años, que se puede prorrogar después en periodos de 1 año.
Estos periodos de prorroga supongo que se harán si los beneficiarios son responsables y aprovechan su pequeño vergel. Para sino poder asignárselo a otras personas que tengan también ganas, ya que, según he leído, cuando se inauguraron en el año 2011 hubo unas 70 solicitudes. Y ya me imagino ahora a alguno de los jubilados que se quedaron sin parcelita mirando tras la verja a ver cual está menos cuidado para ir a informar a los técnicos municipales. Aunque le falta el encanto de que la verja no tenga el plástico verde de una buena obra para poder agujerearlo y mirar con más entusiasmo si cabe, pero bueno.
Estos periodos de prorroga supongo que se harán si los beneficiarios son responsables y aprovechan su pequeño vergel. Para sino poder asignárselo a otras personas que tengan también ganas, ya que, según he leído, cuando se inauguraron en el año 2011 hubo unas 70 solicitudes. Y ya me imagino ahora a alguno de los jubilados que se quedaron sin parcelita mirando tras la verja a ver cual está menos cuidado para ir a informar a los técnicos municipales. Aunque le falta el encanto de que la verja no tenga el plástico verde de una buena obra para poder agujerearlo y mirar con más entusiasmo si cabe, pero bueno.
Las condiciones que tiene puestas el ayuntamiento para su uso son bastante razonables además. Ya que como su nombre bien indica son huertos de ocio, por lo que no está permitido que se vendan los 4 tomates que podrán producir, sino que sea para que se alimenten de lo más orgánico posible. Pues otra de las condiciones es esa, que usen prácticas respetuosas con el medio ambiente para cultivar. Que aunque ya entre las condiciones llamativas, como es que lo producido es propiedad del ayuntamiento, no creo que les vayan a quitar a los abueletes sus tomates orgánicos.
Lo que me pareció más curioso de estos huertos, frente a lo que sería un huerto urbano comunitario, es quizás el hecho de la parcelación tan evidente que podemos ver. Cada pequeño huerto que forma el conjunto tiene su propio espacio en las casetas adosadas de aperos (ya que son cómo chalets adosados, que están divididas en 2) y su trozo de suelo bien delimitado con las vallas. Aunque ciertas herramientas si las pueden compartir de una caseta del centro ambiental, en si, sigue a rajatabla el modelo actual de la individualidad.
Pero quitando ese pequeño matiz de la individualidad frente a algo más colectivo, también es divertido ver cómo cada uno tiene su pequeño jardín hortícola a su gusto.
También es muy divertido como hay algunos que se copian de otros. Bueno, copiar es una palabra fea, llamémosle, adquirir conocimientos del vecino.
Y el otro..
Aunque debemos dejar un poco la maldad aparte y pensar bien, puesto que lo más probable esque estos 2 hortelanos u hortelanas hayan establecido amistad en el huerto y se hayan ayudado mutuamente. Y por eso tengan sus parcelas tan parecidas.
Si nos vamos fijando en cada pequeño espacio se encuentran muchas cosas recicladas. Sobre todo botellas de plástico, palos de escobas, aunque para las bandas del ayuntamiento había mucho uso dado también.
Y aquí la visita a estos huertos, que se produjo a finales de Diciembre. En los meses más productivos debe ser bonito encontrarse ahí todo el apogeo de gente cultivando y contando historias y experiencias de sus huertas citadinas.
Lo que me pareció más curioso de estos huertos, frente a lo que sería un huerto urbano comunitario, es quizás el hecho de la parcelación tan evidente que podemos ver. Cada pequeño huerto que forma el conjunto tiene su propio espacio en las casetas adosadas de aperos (ya que son cómo chalets adosados, que están divididas en 2) y su trozo de suelo bien delimitado con las vallas. Aunque ciertas herramientas si las pueden compartir de una caseta del centro ambiental, en si, sigue a rajatabla el modelo actual de la individualidad.
Pero quitando ese pequeño matiz de la individualidad frente a algo más colectivo, también es divertido ver cómo cada uno tiene su pequeño jardín hortícola a su gusto.
También es muy divertido como hay algunos que se copian de otros. Bueno, copiar es una palabra fea, llamémosle, adquirir conocimientos del vecino.
Y el otro..
Aunque debemos dejar un poco la maldad aparte y pensar bien, puesto que lo más probable esque estos 2 hortelanos u hortelanas hayan establecido amistad en el huerto y se hayan ayudado mutuamente. Y por eso tengan sus parcelas tan parecidas.
Si nos vamos fijando en cada pequeño espacio se encuentran muchas cosas recicladas. Sobre todo botellas de plástico, palos de escobas, aunque para las bandas del ayuntamiento había mucho uso dado también.
Y aquí la visita a estos huertos, que se produjo a finales de Diciembre. En los meses más productivos debe ser bonito encontrarse ahí todo el apogeo de gente cultivando y contando historias y experiencias de sus huertas citadinas.
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