Pantano con arboles

Un pequeño pantano que aparece alado del camino es ya una escusa más que valida para pararse un rato a descansar y mientras contemplarlo un rato. Pero si encima está lleno de arboles ya ese parón es casi inevitable.

¿O tú no te pararías si vieras un lugar así?
Es lo que me pasó el otro día mientras iba de ruta con la bicicleta. Yo me paré en el acto, es más, iba un poco rápido con la bici y frene en seco cuando me percate de lo que tenía a mi lado. Pues estos lugares suelen pasar desapercibidos si no se va observando alrededor.

¿Y esto dónde está? Te estarás preguntando. Pues se encuentra muy cerquita de la ciudad holandesa de Losser. Pero el lugar exacto no lo podría decir muy bien. Ya que no se muy bien si volvería a saber llegar bien, porque me lo encontré yendo por distintos caminos que iban acortando el mapa propuesto por google. Puede que este en Holanda o puede que se encuentre en Alemania, todo un misterio.

Un lugar así se merece que por una vez cambie el formato de tamaño que uso para las imágenes del blog para mostrar una panorámica del pantano con sus árboles.

Me lié a dar vueltas alrededor del mismo para obtener diferentes vistas, y de tanta vuelta casi me caigo al pantano. Aunque de esta manera pude contemplarlo mejor, eso si, si haces estas cosas debes llevar buen calzado y pantalones que no se enganchen con toda la maleza que se encuentran a su paso. En mi caso, como me lo encontré de improviso pues iba con zapatillas y pantalón de chándal. Con lo que ahora tengo un montón de recuerdos por las piernas de la experiencia, que con suerte se curaran pronto. Pero bueno, sirve como recordatorio, que si vamos por la naturaleza hay que ir bien equipados para no tener percances.

Este es uno de los increíbles atractivos que me encontré en el camino en mi ruta con la bicicleta. Dentro de poco iré desvelando más lugares bonitos de ver. Ya que yo ba desde Holanda a cruzar la frontera entre Holanda y Alemania para llegar a ver la reserva natural de Gildehauser Venn. Y cómo hace ya buen tiempo pues que mejor manera de ir que en bicicleta. Pero lo asombroso no fue llegar a Gilderhauser Venn, que sólo ví un cacho, sino todos esos lugares que vi.