En esta ocasión he decidido hacer un kokedama. El kokedama es un modo de cultivo de origen japonés, que consiste en mantener las plantas sin recipiente. Para ello se crea una bola de tierra que va recubierta de musgo. Para que la tierra sea consistente suele ser una mezcla de arcilla con turba, ya que aunque la bola va recubierta de musgo, así es más difícil que se pueda desmoronar y además mantenga más humedad.
En general hay mucha información en Internet sobre los kokedamas, y diferentes tutoriales de como hacerlos. Pudiendo encontrar desde kokedamas con plantas pequeñas hasta kokedamas colgantes con árboles (a modo de bonsai claro).
En mi caso yo lo he hecho sin arcilla, ya que aunque en casi todos los tutoriales que he visto suelen recomendar usar la arcilla de akadama, no tenía. Pero como si tenía un trozo de lana de roca he pensado que el uso como conglomerante de la lana de roca puede ser parecido al de la arcilla. Y sus propiedades para cultivar también son muy buenas.
En las fotos se puede ver el proceso de como he ido haciendo el kokedama.
En primer lugar los diferentes elementos que he utilizado para la mezcla del sustrato. De izquierda a derecha tenemos: Lana de roca, turba vegetal con perlita (venía ya mezclado el sustrato) y arena de río.
La mezcla de la lana de roca con la turba y la arena se puede hacer más o menos poniendo 3/6 de lana de roca, 4/6 de turba y 1/6 de arena. Aunque la mezcla se puede variar según vaya quedando la consistencia al mezclar con el agua, quedando una bola como la de la foto. Si vemos que la lana de roca no se ha mezclado bien la rompemos un poco para que se pegue bien a la turba y a la arena.
El resultado al coger la bola con la mano debe ser estable, sin que se desmoronen trozos. Con la mano la apretamos un poco para que pierda el exceso de agua que tenga y le damos una forma más redondeada, como una pelota.
Ahora aprovechamos para introducir la planta dentro de la bola y rodearla de musgo en toda su superficie. En este caso yo he clavado un pequeño esqueje directamente en la bola. Pero si quisiéramos meter una planta con raíces procederíamos primero a limpiarle el sustrato y la colocaríamos en el paso anterior, es decir, al amasar la bola lo haríamos con las raíces de la planta dentro.
Una vez rodeada la bola con el musgo procedemos a su atado. Para ello podemos usar cualquier hilo gordo que tengamos por casa. En este caso el hilo que he usado es hilo gordo de coser.
Una vez atado ya está listo el kokedama. Ya solo queda decidir si lo queremos colgar o colocar en un plato. En el caso de que lo queramos colgar debemos tener en cuenta de que la planta se tiene que asentar en su nueva ubicación, asique tendremos que tener más cuidados con la humedad para que no se nos seque el musgo. También podemos ponerla de inicio en un plato con un poco de agua, para que no se seque el musgo sobretodo, durante una temporada hasta que la bola se consolide y después colgarla o dejarla en el plato.
Después de un tiempo el hilo que hemos puesto se puede quitar, aunque seguramente se quede tapado por el musgo. También habrá que ir podando de vez en cuando el kokedama para controlar el crecimiento del musgo y que no pierda la forma.
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