Abono de cascaras de huevo

Este es un abono de lenta liberación con una preparación muy sencilla. Como se trata de un abono casero realizado con cascaras de huevo nos sale completamente gratis. Además de no desperdiciarlas las estamos reciclando, y tenemos la gratificación de hacerlo nosotros mismos.

Es un abono muy rico en calcio, que es ideal para aportar como suplemento extra a muchas plantas de nuestro jardín. Va muy bien para utilizarlo con los tomates o los pimientos. Pues les aporta ese suplemento de calcio que necesitan, y que evita sobre todo la pudrición apical por deficiencia del mismo. De todos modos, la cascara de huevo no solo tiene calcio, también contiene fósforo, magnesio y otros minerales. Aunque estos están en proporciones muy bajas.
Las cascaras van muy bien también para que las babosas no se acerquen a nuestras plantas. Pues al pasar por encima se les queda pegada, resultandoles molesta. Con lo que prefieren irse a otra parte.

El proceso es bien simple, consiste en una vez consumidos los huevos poner las cascaras en un platito o en un tiesto vacío y dejar que se sequen. Cuando tengamos mucha cantidad de cascaras secas las trituraremos todo lo finas que podamos y queramos. Tampoco hace falta hacer una harina, con que queden cachos pequeñitos es suficiente.

En este caso yo he colocado las cascaras sobre un plato de la terraza y con ayuda de un trozo de madera las he ido juntando y aplastado como si las tuviera en un mortero. Cuanto más tiempo estemos aplastado y moliendo más finas se irán haciendo las cascaras. Se puede hacer con cualquier cosa plana, no hace falta tener que buscar la madera, mientras tenga un canto plano y sea duro vale. E incluso sino se puede hacer en un mortero de cocina.

Y para terminar podemos guardar el polvo resultante en un bote para usarlo cuando tengamos los tomates plantados. O utilizarlo directamente ya si queremos.