Para continuar con la explicación de la obtención de gingkos bilobas, que podéis ver pinchado en el siguiente enlace: Semillas de gingko biloba, continuo la explicación con la germinación de las semillas una vez limpiadas y preparadas.
En este caso yo usé un recipiente rectangular y lo rellené de arena de gatos. El motivo de utilizar arena de gatos es porque mantiene más la humedad, pero se podría hacer con cualquier sustrato. Esto fue por probar, de ahí el color de la tierra de la foto, que se asemeja a barro. Este recipiente lo deje tapado con un plástico echado por encima para no tener que estar pendiente de humedecerlo, ya que cuando lo hice no llovió mucho.
El recipiente permaneció en la ventana a la intemperie desde que puse las semillas en diciembre hasta que han germinado ahora a principios de Abril. Manteniendo siempre una humedad uniforme debido al plástico y con condiciones de frió en la mayor parte del tiempo. Están condiciones han favorecido la rotura de la cascara exterior y con la venida del buen tiempo la germinación posterior.
Al germinar, la semilla se abre por un extremo y de ella emanan 2 caminos, uno hacia abajo, que es la raíz, y otro hacia arriba, que es el tallo. Pero ambos salen del mismo extremo, asique en este caso da igual como estuvieran plantadas las semillas, ya que ellas solas se las ingenian después. Como se puede apreciar en las siguientes fotos.
Una vez tenemos todas las semillas de los gingkos germinadas, el paso posterior es colocar las semillas en semilleros individuales para ir seleccionando los distintos árboles que se quieran tener cuando crezcan un poco más. Ya que por unas cosas o por otras habrá algunas que no salgan bien y se estropeen nada más salir las primeras hojas. Aunque también se podría recurrir a buscarles de primera mano un emplazamiento definitivo y no hacer semilleros. Aunque en este caso no podemos garantizar la correcta salida de todas.
Si se han plantado muchas semillas es probable que pase que nos salgan demasiadas, en ese caso siempre se pueden preparar las jóvenes plantitas para regalo y así no tener que deshacernos de ellas. O bien, realizar una selección de las que creamos mejores, y así tener asegurados los ejemplares más fuertes y que mejor crecen. Esto se ve porque en las mismas condiciones del semillero hay algunos árboles que se desarrollan y crecen mejor que otros. Aunque la opción del regalo siempre puede estar presente, ya que sino, o bien las mandamos para el compostador o no sabemos que hacer con estos gingkos.
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