Como vimos hace poco en el post que hice sobre las cascaras de huevo he decidido preparar otro abono que sigue el mismo procedimiento. Se trata en este caso de usar las cochas de los mejillones para el mismo fin que las conchas del huevo.
En este caso las conchas tienen en su composición, además de carbonato cálcico: nitrógeno, fósforo, potasio, azufre y magnesio. Pero al igual que en las cascaras de huevo el calcio en forma de carbonato es casi el total de su composición.
En este caso las conchas tienen en su composición, además de carbonato cálcico: nitrógeno, fósforo, potasio, azufre y magnesio. Pero al igual que en las cascaras de huevo el calcio en forma de carbonato es casi el total de su composición.
Una cosa que no dije en el otro post es que este calcio va mu bien para corregir suelos ácidos, ya que es como una alternativa a echar cal en el suelo. La cal que normalmente se usa para corregir los suelos suele ser también carbonato cálcico, por lo que así la podemos tener gratuitamente después de una copiosa ingesta de mejillones. Hay un breve articulo de la universidad Politécnica de Madrid que habla sobre esto: Cómo sacar provecho a la concha del mejillón.
Este abono, como todos es para usar en pequeñas dosis, ya que en caso de pasarnos podemos convertir el sustrato en un suelo calcáreo, que impedirá el correcto desarrollo de muchas plantas. Pero este caso se daría si tuviéramos una cantidad enorme de cascaras y llenáramos un tiesto con ellas. El sentido común suele ser el mejor modo de saber si nos estamos pasando o no. Si vamos echando dosis pequeñas las plantas lo irán absorbiendo sin problemas. Si creemos que nos hemos pasado podemos hacer pruebas de ph, calcio con tiras de colores que venden en tiendas de acuario para el agua.
Volviendo a la explicación de como hacer el abono, esta vez, como las conchas eran algo más duras que las cascaras de huevo he usado para romperlas un ladrillo. Ya que la madera pesa poco y quería algo más contundente. Se puede hacer también dandole golpes con un martillo sobre tierra. Aunque prefiero seguir aplastandolas para que sea más seguro el procedimiento y salga más triturado. Ladrillo contra ladrillo se va aplastando y se rompen muy bien. Pero cada persona puede usar el objeto que más tenga a mano.
Este abono, como todos es para usar en pequeñas dosis, ya que en caso de pasarnos podemos convertir el sustrato en un suelo calcáreo, que impedirá el correcto desarrollo de muchas plantas. Pero este caso se daría si tuviéramos una cantidad enorme de cascaras y llenáramos un tiesto con ellas. El sentido común suele ser el mejor modo de saber si nos estamos pasando o no. Si vamos echando dosis pequeñas las plantas lo irán absorbiendo sin problemas. Si creemos que nos hemos pasado podemos hacer pruebas de ph, calcio con tiras de colores que venden en tiendas de acuario para el agua.
Volviendo a la explicación de como hacer el abono, esta vez, como las conchas eran algo más duras que las cascaras de huevo he usado para romperlas un ladrillo. Ya que la madera pesa poco y quería algo más contundente. Se puede hacer también dandole golpes con un martillo sobre tierra. Aunque prefiero seguir aplastandolas para que sea más seguro el procedimiento y salga más triturado. Ladrillo contra ladrillo se va aplastando y se rompen muy bien. Pero cada persona puede usar el objeto que más tenga a mano.
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